Buenas tardes gente, cómo va?
Quería contarles que luego de dos años con el libro publicado en Amazon, decidí sacarlo de la venta y repartirlo gratis, free, cero pesitos. No sin antes agradecer infinitamente a los que lo compraron en su momento, desde ya.
Pero el libro lo escribí para ser leído y no estoy logrando ese objetivo ni de cerca.
Es por eso que lo subí, en tres formatos, para que sea descargado directamente. El libro en tres versiones: PDF , epub y mobi (este último es mejor para kindle, tablets o celulares porque te deja ampliar la letra). Tocá en cada formato para descargarlo.
Y si no tenés la menor idea de qué estoy hablando, te copio abajo parte de la entrada que publiqué hace dos años donde lo explicaba cuiando lo publiqué:
El libro se llama El Camino, nombre poco original si lo hay, sobre todo en la literatura del Camino de Santiago, pero bue, no tienen idea lo cursi que se puede poner uno cuando busca títulos (Diario de una vida, por ejemplo) o lo ridículo (El retorcido relato de un peregrino a Santiago de Compostela), por eso preferí optar por algo directo, entre los ojos y ya: El Camino. Y como subtitulo una pequeña descripción de lo que se viene “El mundo interior de un peregrino a Santiago de Compostela”.
Y si, muchos de ustedes están acostumbrados a mi mundo interior, ya sea porque vienen leyendo el blog o viendo mis fotos de Reflejos del Bosque, cuyo nombre completo es Pequeños Reflejos del Bosque Interior. Es siempre el mismo interior, el mismo que estuvo conmigo en lo que fue mi peregrinar por el camino francés a Santiago de Compostela en el año dos mil. Por eso, por este “interior” es que el libro no trata solamente de los casi ochocientos kilómetros de sendas transitadas, sino del peregrinar externo e interno que me fue sucediendo mientras daba pasos a lo loco.
Nunca antes había peregrinado ni tampoco había caminado tantos kilómetros juntos. Antes de partir imaginaba que lo “grandioso” y “mágico” del esta ruta sería la historia del Camino de Santiago y la del norte de España y, sumado a eso, disfrutar y absorber la inmensa energía que debería haber quedado luego de casi un milenio de ser recorrido por millones de personas. Y sí, encontré mucho de todo eso, pero también había algo más que no había anticipado: que el simple acto de peregrinar no era mucho más que dar un paso tras otro, por mucho tiempo, muchas horas, muchos días, muchos kilómetros. Eso era lo único que realmente me hacía avanzar. Y caminar por tantas horas consiguió que los primeros días de descubrimiento y de charla con los otros peregrinos se fueran silenciando, dejando pasar cada vez más pensamientos, introspecciones y recuerdos. Todo esto hizo que viviera jornadas repletas de sensaciones que jamás había esperado vivir.
El Camino de Santiago es más que una línea que atraviesa un mapa de este a oeste, mucho más que un pedazo de historia, muchísimo más que un desafío a conquistar. El Camino de Santiago es un mundo con muchísimos peregrinos y hospitaleros, pueblos y pobladores, cargado de santos, de espiritualidad, de leyendas y de mitos, y también de sueños, frustraciones, alegrías, arrepentimientos, descubrimientos, preguntas y respuestas. Y un poco de todo esto es lo que quise plasmar en el libro, la experiencia vivida, la interna y la externa, que viví en estos ochocientos kilómetros caminados por el norte de España.
Me encantaría que lo lean, también que me comenten qué les pareció, me encantaría que la situación económica estuviera más tranquila para que muchos pudieran ir a recorrerlo, a conocerlo. Me fascinaría que me ayuden a anunciar el libro por el mensaje, por el Camino, porque creo en un mundo mejor, en que somos mucho más amor que odio, mucho más compañeros que enemigos, mucho más artífices de nuestra vida de lo que hoy pareciera que somos. En serio, yo no gano absolutamente nada con esto.
Gracias por leer este choclito.
“Si algún día pasa por tu mente ir a Santiago a pie,
espanta ese pájaro negro como si fuera un fantasma.
Si de nuevo revolotea, de nuevo rechaza la tentación.
Pero si, por tercera vez surgiera, haz que anide en ti
y disfruta de la dura y apasionante aventura
de recorrer el Camino de Santiago.”