Mucho tiempo sin escribir, realmente.

Pero no porque no quisiera, quizás era más porque no sabía qué escribir. Hay veces que las palabras que tenemos son para nosotros o ni eso, quizás.

Quería mostrarles unas poquitas fotos que estuve haciendo durante el verano, ya que me contrataron para fotografíar cualquier verdura, literalmente, de una chacra que produce verduras y semillas para la venta, acá en la Comarca, en la localidad de El Hoyo precisamente.

Y admito que fue un trabajo más complejo que lo que imaginé al principio, ya fuera por tener que cumplir con ciertos objetivos, por ejemplo, muy diferente a hacer lo que siento en el momento que es como suelo trabajar en la naturaleza. Pero fue saliendo y fui encontrando un lenguaje, una forma de comunicar a través de las fotos que necesitaban.

Espero que les gusten, son solo un pantallazo de lo que hice, pero quería contárselos porque fue todo un desafío, ya que no suelo trabajar para clientes, pero en este caso fue un verdadero placer. La gente que lleva La Tranquerita, así como las personas que trabajan para ellos, fueron muy pero muy gentiles y atentos, todas las veces que fui y a pesar de estar estorbando en medio en muchas situaciones.

Y ni contar lo que me he alimentado, no solo con sus generosos almuerzos sino con la cantidad de verdura que les compraba al terminar cada jornada de trabajo para mi dieta pseudo vegetariana.

Por eso, desde acá, gracias a toda la gente de La Tranquerita, gracias por su confianza.