Buenas tardes…
Acabando de digerir el rabanito horrible ese, me pareció que estaría bien contarles que estoy vivo (no por el rabanito solamente, sino porque no aparezco hace tiempo), que estamos con mil cambios a niveles profesionales y que todo esto es un despelote pero divertido.
Sí he salido este año a hacer otoño, esta vez con Rodrigo Folch, un amigo (fotógrafo, desde ya) de Buenos Aires que quiso venir a empastarse de otoño al sur. Estuvo buenísimo y espero poder subir una entrada digna dentro de poco, pero realmente fue un verano y un otoño muy movido y recién ahora estoy retomando los cauces normales… una feria larga y lenta, muchos viajes tanto de foto como no, una pérdida en medio de la montaña (ese es el relato más divertido pero no estoy logrando terminarlo), esta larga salida otoñal y sigue…
Pero bueno, como les dije, seguimos acá. Con cambios próximamente. No creo que sean en el blog, pero sí en todo el resto. Tengo ganas de darle un giro a mi profesión o, sino es a toda mi profesión, al menos a la parte artística de la misma. Con suerte, veremos algo a lo largo del año. Por ahora, les dejo lo poquito que he podido ver de la última salida con Rodri.
El otoño, esa nostálgica estación con color de infancia y olor a recuerdo… Gracias por retratarlo una vez más.