Cada día de mi vida peleo contra la idea de ver la belleza alrededor mío como algo obvio, algo eterno, algo que siempre estará ahí y, por todos estos motivos, ignorarlo, desvalorizarlo.
Es por eso que cada día en mi trabajo hago todo lo posible por descubrir otra forma de traerles y mostrarles algún nuevo detalle del entorno en el que elegí vivir, rogando que las imágenes resultantes provoquen en ustedes un poquito de esto mismo o, al menos, la curiosidad suficiente para estar más atentos al mundo que los rodea.
De corazón, deseo que pasen una bellísima y muy feliz navidad y que papá Noel nos traiga ojitos nuevos para que logremos ver lo bueno, lo bello y lo amable, antes de dejarnos atrapar por lo opuesto.