Hola, “yo de nuevo”.
Hechos fortuitos hicieron que el sábado por la mañana me encontrara con unos cuantos amigos y, también, me whatsappeara, del verbo whatsappear (yo whatsappeo, tu whatsappeas, el whatsappea…) con otros tantos. Y todos, sin excepción, hicieron algún comentario respecto a mi entrada anterior donde comentaba que iba a “guardarme” o “esconderme” por un tiempito. En muchos casos, me lo comentaron con sana preocupación.
Bien, antes que nada les agradezco que lo hagan, pero no era para eso que lo dije. Realmente estoy bien, es más, estoy mucho mejor que muchas otras veces. Es solo que he notado que, en estos últimos tiempos, cuando ando tras algún tesoro escondido o algún elixir nuevo necesito apagar mi entrega de pensamientos para dejar que los nuevos fluyan vírgenes dentro mío. Y generalmente, estoy tan copado con las novedades, que quiero compartirlos con ustedes y, es ahí, al intentar traducirlos, que como no encuentro las palabras o no logro expresar exactamente lo que quiero decir se me enrolla el alambrado y me pudro.
Bue, exactamente en eso estoy ahora: por un lado hice un gran cambio en mi dieta diaria que necesita todavía que esté consciente de ella, por otra parte vislumbro una nueva luz en lo que podría definir como mi visión fotográfica personal que lo que más necesita es no ser interpretada ni y en general estoy redefiniendo muchas partes de cómo vivo mi vida.
Así que en eso ando. Lindo, divertido, agotador, creativo… pero no muy fácil de explicar, tons, puede que suba alguna que otra cosa pero tiene que ser lo que vaya surgiendo naturalmente, esta vez no puedo empujar nada ni quiero hacerlo. Pero repito, no por ustedes, les agradezco muchísimo que estén ahí, sino por mí.
No sabía que estabas en ‘el closet’,jaja
Tu sabrás lo que dices.
Vale, no me confundas, please.
De todas maneras te entiendo, el silencio es buen conductor.
Besos