Este post fue publicado inicialmente leofridano.wordpress.com

Piedras, la ruta de ripio y un lejano paisaje de estepa en Leleque, Chubut.
Hay libros que me gustan desde el prólogo ya. Y cuando estos son de fotografía, arte o creatividad y además hablan con las que podrían haber sido mías o dan respuestas a preguntas que me hice ayer o que me surgen cada día, ya se convierten en libros de cabecera. Me gustan tanto que casi dan para peinarme para leerlos más prolijo y atento (abstenerse de chistes acerca de mi pelada).
Hace unos días pude comprar el libro de Guy tal, llamado Creative landscape photography, y casi al principio dice:
“Conoce tu audiencia.
En el caso de la fotografía creativa éste es el parámetro más simple. Ya que la audiencia primaria sos vos. El propósito del acto creativo es satisfacer tu propia visión. El público que apreciará tu trabajo es aquel que comparte tus sensibilidades. En el proceso de la creación de una imagen, haz el esfuerzo de silenciar todas las otras voces que no sean la tuya”.
Siento que esta descripción describe perfectamente muchas dudas que tenía acerca de mi fotografía y también de la obra de otros fotógrafos. Es la explicación de por qué algunas fotografías te llegan mucho más, sentís que expresan exactamente lo que quisiste decir. Pero esto, sin embargo, no significa que sirva como testigo de lo que pasará al momento de exhibirla. Cientos de fotos que me encantan le llegan solamente a unos pocos a diferencia de otras que posiblemente no me convenzan tanto y si arrasen (bue, no sé si tanto). Y creo que esto es lo que hace que, muchas veces, cuando me muestran fotos, no me conmuevan en lo más mínimo pero a otra gente sí.
Es una cuestión de sensibilidades, de intereses, de expresiones. Y sí, sé que seguro todos lo sabían menos yo, pero ¿qué querés que te diga?, ¿cómo hacés cuando un amigo te muestra una foto pidiendo tu opinión y, a pesar que puede estar técnicamente perfecta, no te mueve ni un pelo? (seguir absteniéndose de chistes malos) También comprendo por qué me aburren la mayoría de las fotos de las personas que recién están empezando, generalmente aprendiendo sin guía ni profe, ya que en esos momentos el gran logro es que la foto quede bien (técnicamente) pero ni se empieza a hablar de la imagen en sí, del significado de la misma. Todavía no se llega al punto de analizar tanto.
Además pasa a ser la explicación lógica de por qué me molestan tanto esas fotos que llevo a la feria y que fueron hechas pensando en el público, no en mí. Hace un par de años no imprimo más de esas, pero bue, algunas quedan todavía. No siempre es claro el límite entre unas y otras, y hay imágenes que con el tiempo me doy cuenta que las hice y las imprimí pensando más en el público que en mí. Otras veces, es lo que me permite separar mi trabajo de mi arte.
Pero traigo este planteo hoy para que analices tu arte. Es realmente tuyo o estás actuando a cambio de un “like”?