Troncos de un bosque de coihues enmarcan una rama con colores de otoño creando una imagen donde las líneas verticales preponderan. Parque Nacional Nahuel Huapi, Río Negro.
A veces sucede que mientras caminamos por la naturaleza algo llama nuestra atención. Miramos y aunque suene raro, no siempre vemos qué fue eso que nos llamó. En este caso fue la rama colorada de la lenga que estaba pegada al lago, detrás de este bosque de coihues.
Podría creerse que en estos casos uno levanta la cámara, enfoca, toma la foto y sigue camino. Pero no, eso hice muchísimas veces y siempre le pifié, la arruiné. Es decir, en la pantalla de la cámara, chiquitita, zafaba, pero nunca llegó a ser una foto en serio. ¿Por qué? Porque en esta foto tenemos más complicaciones que lo que parece a simple vista, pero voy a detallar dos principales: profundidad de campo y rango dinámico.
El rango dinámico, en este caso, no es difícil de resolver. Es cuestión de usar un trípode sólido y, con solo dos exposiciones, un poco más arriba y más abajo de lo indicado por el fotómetro, me da la información suficiente para resolver ese problema en casa. Es decir, aprovechar el rango dinámico de la cámara de punta a punta, ya sea con dos, tres o las fotos que necesite, obtener los claros más claros y los oscuros más oscuros. En sí, necesito tener toda la información necesaria. Y eso, hoy, no es tan difícil de lograr.
El caso del foco, en cambio, es mucho más complejo. Si no sos de los que les gusta juntar muchas fotos, es decir, tomar cinco fotos y meterlas todas juntas para que la imagen final logre una profundidad de campo casi infinita (admito que mucho no me convence, pero, para ser absolutamente sincero, las veces que intenté no logré que quedara natural), la cosa se pone jodida.
Analicemos el problema: necesito usar un teleobjetivo para afirmar la sensación de intimidad en la fotografía por un lado, para juntar todos los elementos, por el otro y, principalmente, para traer el fondo así juega un papel más importante en la imagen final, que en este caso sería la lenga roja. Si usara un gran angular, ese manchón de color hubiera quedado chiquito en el fondo y no se vería. Pero como quiero que sea mi sujeto principal, el uso del teleobjetivo es obligado. Y hasta mi tía abuela sabe que al usar una distancia focal larga la profundidad de campo es muy corta. Igual como quiero verificarlo: pongo un diafragma bien cerrado, enfoco la lenga, lo adelanto un poquito y disparo. Era obvio, los primeros troncos quedaron fuera de foco. Y aunque el sujeto sea el color, esos troncos en primer plano absolutamente fuera de foco quedan horribles. Ahí fue donde empieza una delicada búsqueda del foco necesario para lograr la mayor profundidad de campo sin perder calidad por difracción y la imagen final lentamente va tomando forma.
Si conceptos como “rango dinámico”, “profundidad de campo”, “fotómetro”, “difracción”, “tener la información necesaria”, las diferencias entre telobjetivos y gran angulares a parte del ángulo de visión, o a que me refiero cuando digo “adelantar un poquito el foco” u otras cosas que nombro en esta entrada son incomprensibles, , quizás sea buena idea que pienses en tomar un curso básico de fotorafía o un curso específico si ya has tomado un básico.
La verdadera solución para una fotografía que no te satisface no es comprar más equipo, sino aprender a usarlo.
Si vivís o estás en la Comarca Andina, podés escribirme a mi mail o leer la entrada en la que anuncio los cursos.