Ceremonia de iniciación de un niño de unos ocho años. Pensar que hace dos días estaba en Buenos Aires, y hoy, estoy en medio de un templo budista, presenciando una ceremonia tradicional.
Al salir del templo, me dirijo a la sección donde los monjes están almorzando; al verlos ahí vestidos con su ropa azafrán tan tranquilos me nace un repentino impulso de desnudarme, sacarme la ropa, los anteojos, el aro, tirar la cámara y la mochila por ahí vestirme como ellos y relajarme. Abandonar por un tiempo todo lo que “hace” mi vida occidental y recluirme aquí para encontrarme un poco más.
Tiempo después le comenté este impulso a un inglés, en Chiang Rai, a lo que respondió algo que hoy comparto plenamente:
– Primero, aprendé a vivir con tus posesiones después recién sin ellas.
1.10.99 Templo de Benchamabopit. Bangkok. Tailandia.