Ayer, hablando con un gurú que pasa por la feria de vez en cuando y que en una bella mezcla españoitaliana siempre me llena el cerebrito de ideas nuevas y diferentes formas de ver el mundo, me quedó picando una idea de la que habló poquito antes de seguir su camino, y es lo que intentaré desarrollar de acá en adelante.
Creo que, de alguna manera, podría calificar todos los elementos y situaciones de mi vida según tres parámetros:
– el material,
– el funcional y
– el espiritual.
Sólo tiene que cumplir los tres efectivamente para que la experiencia sea satisfactoria, sea buena. Que “cierre”, como quien dice.
Una prenda de vestir, por ejemplo, tiene que:
– estar bien confeccionada,
– ser cómoda y adecuada para lo que la necesito,
– agradarme estéticamente.
Si falla alguna de estas cosas no servirá, ya que se romperá o arruinará en poco tiempo, estaré molesto al usarla o no la usaré porque no me gusta
Un buen trabajo tendría que:
– reportarme un resultado (ganancia o ayudar a mi subsistencia),
– ser agradable de hacer (que tenga buen ambiente, que me sienta a gusto),
– no contradecirse con mis creencias (que no me lleve a hacer cosas con las que no estoy de acuerdo).
Cualquiera de las tres características que no se cumpla, hará que en poco tiempo nos disguste o, peor, logrará que en poco tiempo tengamos que cegarnos o callarnos para no reconocer que no nos gusta ni es lo nuestro.
Creo que cuando planeamos nuestra vida futura tendríamos que tener en cuenta esto y cuando analizamos nuestra vida actual y sentimos que algo no anda bien, deberíamos intentar ver si cumple de forma satisfactoria con estas tres parámetros y sino es así, en cuál falla y por qué.
Y siento que este proceso es absolutamente infalible en todo (al menos con todo lo que he estado analizándolo hasta ahora). Con que un solo parámetro no sea positivo, tendremos que replantearnos en el futuro “algo de lo que estamos haciendo”.
El mundo no es blanco y negro, lo sé. Hay matices. Puede que que la remera más cómoda no sea la más linda, pero si la necesito ya y no hay otra, seguiré para adelante sabiendo que estoy transando, pero es bueno, hacer eso, saber que no es perfecta y que posiblemente no sea lo mejor, en vez de intentar convencernos que más adelante me encantará.
De esta manera, creo que podremos vivir sin transar tanto y, en vez de eso, ir tomando decisiones más acertadas cada vez.
Exacto, pienso igual. A mi me fallaba en parte lo 1º, generalmente por no ceder ante 3eros lo 3º. ( en mi taller y ventas)
No es fácil cambiar lo que sentimos de nuestro trabajo en pos de ganar mas, contradeciendonos. Yo lo entendia asi.
Que guay tener un gurú a mano.
Si, es un Gurú ocasional, aunque no se lo dije a él todavía, jeje… Te diría más bien que es una persona lúcida, que viene del mundo del arte, está atenta a todo, le gusta charlar y no tiene ningún compromiso conmigo, por lo que puedo tomar sus comentarios y relatos como enteramente sinceros.
Respecto a lo otro, llegamos a un punto del mundo en que el ganar más superó al vivir mejor, y ahí, para mi, está el problema.
abrazo Uka.