En el 2000 recorrí el Camino de Santiago a pie. Fueron 900 km en total. Novecientos kilómetros muy largos por momentos con experiencias de todo tipo (ver aquí) pero en los momentos de duda, siempre me salvó tener clarísimo cuál era la meta y esta meta era llegar a Santiago caminando. Pero no solo llegar, sino que aprovechar y disfrutar cada paso en el Camino. Jamás dudé de esto.
En estos días, un amigo está recorriendo parte de nuestro sur y el de Chile en bici, y en los momentos difíciles o, ahora, que anda casi llegando al final, le he ofrecido para ir a buscarlo si quería. No puedo evitar ver en los largos kilómetros de asfalto que le restan un soberano embole de aquellos, pero él lo ve como parte de su viaje, de sus vacaciones, de su pasión por la bici y el biciturismo. Tiene claro su objetivo, tiene claro lo que quiere. Ni dudó siquiera: “No, estamos cansados pero seguimos en bici”.
Durante el verano pasan muchísimas personas por mi puesto de la feria, y muchos de ellos son fotógrafos, y el ochenta por ciento quiere despegar de su trabajo diario y dedicarse a la fotografía de lleno, o a la fotografía de naturaleza, pero al preguntarles qué es lo que les gustaría, rápidamente se nota que no tienen ni idea de qué es lo que quieren realmente.
Es importantísimo que sepamos hacia dónde vamos si queremos caminar.
Es decir, si yo quisiera ser un reconocido profesional de la fotografía de naturaleza (aparte de calificar o no según mis capacidades) tendría que haber tomado otro camino y en vez de ir a la feria, escribir un blog y subir mis fotos a una web que casi nadie ve, posiblemente debería mudarme a una gran ciudad, armar un super show mediático en las redes sociales contándoles lo bueno que soy, publicar un libro, hablarles de mi vida idílica y buscar sponsors y clientes grandes que validen todas estas ideas.
Pero no, lo he pensado una y otra vez y simplemente quiero ser feliz.
Y son caminos muy diferentes.
“…lo he pensado una y otra vez y simplemente quiero ser feliz.
Y son caminos muy diferentes.”
Genial, Leo. Un gran abrazo.
Tenés razón, son caminos muy diferentes. Hablando de caminos, me guardé el link de tu Diario de viaje, lo volveré a leer, me trae recuerdos de como compartí tu viaje, dia a dia desde Cantabria.
Tu camino lo iniciaste hace mucho tiempo, no te desvíes de la eterna busqueda de ti mismno.
Beso grandote
Idola!!