No se imaginan lo frustrante que es darte cuenta, de golpe, que todas las hermosas galerías de tu página web no andan, así, directamente, no andan y ya. Y más aún, si esto sucede dentro del único mes al año que tengo un laburo externo de locos que desde ya no me deja dedicarle un segundo para arreglarlo.
Sin embargo, la otra noche, logré robarle un rato al sueño e intenté alternativas. Pienso en un wordpress para usar de galería nueva, pienso en aprender a hacer otras galerías en Dreamweaver. Un embole, realmente, pero bueno, me pongo las pilas y las saco. Plan listo, falta ver cuándo puedo hacerlo.
Ocho de la mañana del sábado. Se me abre un ojo rebelde. Y al toque se despierta el cerebro y me cae la lista de cosas pendientes. Entre ellas, resolver las galerías. Es sábado, joder, qué temprano, debería seguir durmiendo. Pero tenemos un almuerzo así que decido amanecer a las ocho para encarar este tema a ver si, con suerte, lo tengo casi resuelto antes del mediodía. Jamás lo suelo hacer, pero desayuno con la compu, así voy arrancando.
No se imaginan que frustrante es encontrarte a las 8.30 del sábado con que no solo no andan tus galerías sino que no está tu web. Que se colgó el servidor o no sé qué carajo le puede haber pasado, así que no puedo arreglarlas ni mirarlas ni probar ni nada de nada. Intento por horas, busco alternativas, pero sin web no tengo mucho para arreglar. Tarde decido no seguir enrollándome y me voy al cumpleaños.
Siete menos diez de la tarde, todo sigue igual. El único día que tenía para arreglar el problema está pasado. Y mi web no está, sé que volverá en algún momento, pero es un bajón. Y me harta. Y toda mi pelea del día la llevo a cabo con la misma soberana conexión de mierda a Internet que me brinda hace años el querido servicio de Coopetel, y que logra que cualquier intento de resolver el problema no solo se vuelva nulo, sino que un nulo muy eterno, muy leeeeeento. Y todo esto, en un estado archipatético me lleva a replantearme si algo de lo que estoy haciendo al respecto tiene sentido. Vale la pena tener una galería en una web que desaparece? Y sé que si lo comparon con el horror de anoche de Paris, pensar en decir que tengo problemas es absolutamente estúpido.
Si lo comparo con los problemas de mucha gente, sigue siendo una huevada.Pero sigo pensando y me encuentro con que no puedo responder para qué carajos tengo un website, y ahí es donde realmente empiezo a hacer agua. Vale la pena realmente tener algo así hoy? Para qué? Si en Argentina casi no hay clientes para lo nuestro? Es casi tan estúpido como escribir un blog, si el 95 por ciento de la gente ya no lee, para qué lo hacemos? para qué lo hago yo, al menos?
Me parece que estoy comprando demasiadas pelotudeces que se me cruzan por la calle, por la tele, por las revistas, por los medios. Creo que el gran error de leer tanto artíulo y libro en inglés es que uno se alimenta de las ideas hechas para el mercado yankee, un mercado de muchos más millones de pibes, con un poder adquisitivo mucho más grande que el nuestro y con una imperiosa necesidad de tener lo último para ahogar un poquito las frustraciones de vivir tantas vidas ajenas sin encarar la propia. Vidas ajenas? Si, vidas ajenas. Como las que vivimos cuando vemos una película atrapante, cuando seguimos a la pareja idílica viajando por la polinesia, o te tragás que vivir de la fotografía es ideal sin tener idea de cuánto tiempo estamos pelándonos el culo para tratar de sacar esto adelante. Es como cuando creemos que por comprar tal o cual auto seremos diferentes… me viene a cuento el ejemplo de unos cuantos amigos que se compraron una moto en los últimos años, no sé si hubo un plan motos para todos o que catzos, pero ahora mi barrio se llenó de gordos andando en moto, y lo loco es que cuando van por la ruta a El Bolsón se deben sentir como Tom Cruise en TopGun (lo siento niños, es de nuestra época esto, y por “nuestra” hablo de los gordos y de mi (que no estoy tan flaco tampoco, asi que podría pensar en comprarme una moto también salvo que Kristina no me resultó tan rentable). Digamos que sería como comprarte una calza y creerte Jane Fonda (dicho sea de paso, siento que las calzas son uno de los mayores atentados visuales del último siglo).
Y vuelvo a probar la puta web y la muy jodida sigue sin volver. Y cada momento estoy más convencido que es un excelente día para largar todo a la mierda e intentar armarme una nueva hamaca paraguaya. Hoy por hoy, creo que es más eficiente que el servicio de Internet, la pedorrada de conexión 0,5G de Claro y sobretodo que el servicio de mierda que me tuve que fumar hoy con mi sitio web.
Aunque si soy sincero, mi mayor consuelo es que dentro de una semana y un día, un poquito menos de la mitad de los argentinos se van a sentir mucho peor que yo hoy, se van a querer matar, se van a angustiar, se van a querer ir del país y todo eso que pasa siempre despues de una elección.
Salud. Y con suerte nos veamos otra vez.
que buena nota, que triste nota, que cosa todo…un abrazo gigante, Leo!
Gracias Rodo, ya va pasando, solo falta que pase el domingo y se termine un poco esta ansiedad semiuniversal….
…” Shit happens”.
Muy buena foto… no te conocía en ese estilo. Abrazo.
Gracias Gastón, es que soy una caja de Pandora!!!
jeje, a ver cuando te venís y nos vamos a fotear por ahí y hacemos “este” estilo!
….ya volveremos.
Menos mal que no me tocaba clase el sábado!..jaja..respira…agarra la cámara…y deja que fluya…saca la mirada del monitor, porque vivir en el sur es así…inversamente proporcional..a menor conexión interior …mayor conexión exterior …que le vamos a hacer…el paraíso es caaasi perfecto!…jaja. Abrazo
Gracias oli, ya va pasando por suerte.