Dia 6 – 27 de junio

Este día arrancó y terminó pobre. No encontramos nada por ningún lado, además de un terrible viento. Buscamos por la portería Sarmiento y otro grupo fue para las pinturas rupestres pero nada. Almorzamos en Sarmiento y probamos suerte en la otra punta de la senda. Una llovizna tenaz y con un viento terrible dejaban ver poco y nada. Sin embargo, Rodrigo ve a la hermanita a lo lejos y salimos en su busca, ya sobre el atardecer. Pero no logramos encontrarla de nuevo y, calados hasta los huesos, volvemos a la cabaña, en mi caso, agradeciendo que no hayamos tenido más lluvia durante el resto de la expedición, ya que toda mi ropa impermeable demostró que no le quedaba ninguna capacidad para repeler el agua.

Dia 7 – 28 de junio

El último día de foteo es igual que el anterior, sin lluvia pero también sin pumas. Caminamos todo el día, vemos algún que otro cóndor y águila mora y poco más. Buenos paisajes, al menos. Con este panorama uno agradece las posibilidades del primero y quinto día, sin ellos, la experiencia hubiera sido muy diferente.

El día de la vuelta amanece totalmente nevado. Era lo que esperábamos para toda la estadía, no solo para el primero y el último día. Así que sin aceptarlo del todo, decidimos irnos pasando por el medio del parque, a ver si tenemos la suerte de ver algún puma en la nieve. Pero no es así, solo cóndores en dos o tres etapas del viaje a Puerto Natales entre bellísimos paisajes nevados.

Y no hay mucho más que contar. Nos despedimos del guía en Natales y seguimos para Río Gallegos. Devolvemos la camioneta, dormimos, y al otro día temprano nos despedimos de Rodrigo y encaramos la vuelta a Puerto Madryn, alejándonos ya de este sur extremo. Yo me bajo en Comodoro Rivadavia desde donde tomo un micro hasta la Comarca Andina. Los chicos llegarían horas después a destino.