Dia 2 – 23 de junio
Salimos temprano para buscar el amanecer en la laguna Azul, pero entre que no era taaaaan temprano como debería haber sido y que nos enteramos que ya no estaba Brooke Shields hicimos una parte del recorrido, pero no todo.
No vimos ni un gato en el camino, pero si una cascada hermosísima. El amanecer en cambio, se opacó por estar muy nublado. Dimos una vuelta para llegar al lago Sarmiento por una zona repleta de manadas de guanacos. Vimos también cóndores y choiques. Y diría que eso fue todo lo que vimos durante casi todo el día.
Nos dio un poquito de entretenimiento un zorro gris que nos cruzamos en el camino justo en la Portería Sarmiento y unos reflejos de guanacos en una laguna cuando empezamos a volver.
Hicimos unos paisajes en la laguna Los cisnes y fuimos volviendo a la cabaña luego de un día sin ningún puma.
Hicimos unos paisajes en la laguna Los cisnes y fuimos volviendo a la cabaña luego de un día sin ningún puma.
Habíamos tenido demasiada suerte el día anterior.
Dia 3 – 24 de jujnio
El tercer día volvimos a la laguna Los Cisnes porque a un trípode se le ocurrió quedarse ahí toda la noche y había que recuperarlo. Por suerte estaba todavía. Luego seguimos hacia la portería Sarmiento donde dejamos las camionetas. De ahí caminamos rumbo a las pinturas rupestres nuevamente.
Encontramos un carneo con un carancho y un chimango (bah, me dijeron que era un juvenil de otra cosa pero yo lo veo igual, tendré que confirmarlo con mi ornitólogo amigo), algún que otro cóndor en el cielo y poco más.
MIramos, caminamos, subimos, bajamos, esperamos pero no, ni guanacos se verían este día.
Y van dos que hacemos agua.
Encontramos un carneo con un carancho y un chimango (bah, me dijeron que era un juvenil de otra cosa pero yo lo veo igual, tendré que confirmarlo con mi ornitólogo amigo), algún que otro cóndor en el cielo y poco más.
MIramos, caminamos, subimos, bajamos, esperamos pero no, ni guanacos se verían este día.
Y van dos que hacemos agua.
Día 4 – 25 de junio
El amanecer del cuarto día fue mejor. Tres pumas en una loma mientras íbamos en camino nos dieron la bienvenida. Lejanos y con poca luz, pero bueno, algo es algo.
Seguimos buscando toda la mañana sin suerte hasta que dimos con una hembra con collar. Sacamos algunas pocas fotos e intentamos fotografiar sus dos crías desde lejos al menos, pero no tuvimos suerte.
Volviendo a la camioneta a almorzar, encontramos un carneo repleto de cóndores cerca de la senda. Levantaron vuelo apenas nos vieron, pero no se alejaron mucho, así que nos dieron una muy buena posibilidad de retratarlos volando, con el sol de fondo o la montaña.
Me sentí contento de ver tantos cóndores. Hay algo en ellos que me da vida y energía. Y, obviamente, un poquito de distracción en estos días tan flojos de felinos.
Volviendo a la camioneta a almorzar, encontramos un carneo repleto de cóndores cerca de la senda. Levantaron vuelo apenas nos vieron, pero no se alejaron mucho, así que nos dieron una muy buena posibilidad de retratarlos volando, con el sol de fondo o la montaña.
Me sentí contento de ver tantos cóndores. Hay algo en ellos que me da vida y energía. Y, obviamente, un poquito de distracción en estos días tan flojos de felinos.
Buenísimos los condores!! Tienen algo especial.
Es verdad, sigue encantandome fotearlos