Salimos de la cabaña no tan temprano como nos hubiera gustado. No es fácil vestirse con ropa absolutamente inusual como ser ropa interior térmica, pantalones impermeables, remeras térmicas, primeras capas, segundas, terceras y alguito arriba por las dudas, botas inmensas, las medias que encontré, polainas para la nieve, un gorro, dos gorros y uno con visera por las dudas que mejor meto en la mochila, mochila de foto grande o chica? llevo macro o no? tripode chico o grande? llevo una manzana? o una Negrita (tipo nuestras Rhodesia) o dos, o tres? y agua? o sopa? o… Y el guía nos saca de la cabañas para que arranquemos de una buena vez.
El va en su camioneta con Gaby, mientras Kevin, Rodrigo y yo vamos en la nuestra.
Entramos al Parque y, al llegar a la intendencia, cuatro pumas cruzan nuestro camino. Todavía es de noche y por más que intento enfocar, la cámara se resiste, hay muy poca luz (más bien, no hay luz diría), así que la bajo y me dedico a mirarlos. Parece Africa. Los bichos se pasean muy campantes entre los caminos y las casas de la intendencia. Al vernos, no tardan en esfumarse.




Como hace pocos meses la CONAF, que es quien lleva el parque, decidió que no se puede dejar los senderos para seguir pumas ni nada, tenemos que dejarla ir. Así que los ruidos de las cámaras van apagándose a medida que ella se aleja, lentamente, perdiéndose en el paisaje.
Decidimos seguir por la senda sin ver más que guanacos por todos lados. Bah, guanacos y, como siempre, un paisaje de esos que te deja pasmado a cada paso. Restos de la nevada de los días anteriores le confieren al paisaje un contraste más que interesante. Cambio objetivos constantemente, del teleobjetivo para pumas al gran angular para paisajes, al teleobjetivo mediano para guanacos y nuevamente. Me mareo entre tanto lente, tanto quilombo, temiendo que se cruce un nuevo puma y me agarre con el angular…
Pero la vida me deja tirar paisajes mientras caminamos. Los guanacos están tranquilos y no pasa demasiado. Salvo esos paisajes. En lo alto de una loma la vista impacta, el lugar es realmente bellísimo, y eso que estamos en la zona de animales que no es exactamente la zona más linda del parque, esa quedará para otro viaje que tenga paisajes como objetivo.

Tomamos la senda que va a las pinturas rupestres y, llegando a ellas, cruzamos un guanaco zampándose su merienda. Fotos de cerca, de costado, de atrás y de todos lados. He visto guanacos, pero no tan cerca y tan mansos. Llegamos a las pinturas y mientras el guía hurga con sus binoculares buscando acción, foteamos paisajes, picamos algo y descansamos.


Ellas, son los dos ejemplares de puma que, en vez de alejarse de la gente, se acercan o se quedan sin inmutarse. El resto suele escaparse rápidamente al vernos y desaparecer en la nada.
Volvemos a la camioneta satisfechos. Jamás creí que tendría tantas oportunidades y rogaba haber embocado algo bueno. Ver once pumas el primer día de expedición, y dos de ellos bien de cerca, es mucho más de lo que me esperaba. Sabía que no sería así todos los días, así que lo agradecí.
Una excelente picada, cerveza, pollo con papas, vino y chocolate, terminaron este primer día de manera tan grandiosa como empezó.
¡Impresionantes! Ver las fotos es sentir Torres del Paine y la fuerza del Puma.
Las mejores fotos que vi del Concolor en mi vida.
Felicitaciones, Leo. Muchas gracias por compartir.
Gracias Nico por ver y leer!
Te había escrito un montón, se me borró.
Te resumo, espero que algún dia publiques estos relatos, ilustrados. Sos tan buen relator como buen fotógrafo. Tenés que explotar esas dos facetas.
La foto que llamas ‘sin color’, la f51986w es buenísima, parece un cacho de cristal de roca.
Impactante todo tu viaje.
Besos
Gracias Uka!!
Y si, bien lo se hace tiempo que tendría que ponerle un poco más de pilas al relato para juntarlos, pero vio como somos los artistas, no? un cuelgue, una madeja enrollada y anudada, el peor manejo de tiempos en la historia, pajaritos golpeando contra las barras de mi cabeza en todas direcciones y, además, una vida como todos los seres, con sus horarios, obligaciones y bellezas.
Posiblemente algún día lo logre. Imagino yo, cuando madure y termine de entender esta nueva locura de la red social.
beso grande y gracias por estar siempre ahí. Sabes que es importante para mi.
Es verdad, sos artista de los buenos, con todas las virtudes y sus defectos, jaja
Cuando seas mayor entonces, escibirás un libro, fumando en pipa. Lo que si, andá clasificando los borradores desde ahora.
Besos,