La semana pasada, iba para Esquel, a dar el taller de fotografía de hongos.
Como siempre, El Hoyo, me esperaba con sus nieblas. Tienen algo que me encantan, es el mismo pueblo, los mismos árboles, las mismas casas , postes y todo, pero las nieblas cambian y me dan ideas diferentes, sensaciones diferentes.
Puede que sea como los pensamientos en mi cabeza, son todos pensamientos, parecen diferentes pero, posiblemente, no sean más que nieblas. O una misma niebla, retocada de formas diferentes, pintada con distintos colores. Que por momentos dejan ver más cosas y en otros tapan todo.
Y como siempre, los mil planes de llegar temprano fueron abortados a diez kilómetros de casa, pero me encantaron!! Así que bueno, tendré que seguir haciendo planes para seguir cambiandolos.
Mírenlas, creo que más de una vale la pena. Y digan que ya tengo una fotito de metro cuarenta por sesenta de las nieblas del año pasado, sino me hacía otra… Así que en cualquier momento pongo la primera en venta!!!
Y para que no lleguen tarde (los que pueden llegar), tengan en cuenta que el Cañadón de la Mosca está que arde con los colores otoñales a pleno.
bellas. Muy bueno lo de los planes. Y sana envidia de la maravilla de esos lugares. Gracias por compartirlo y hacernos viajar.