
Esto quiere decir, hacer una salida de algunos días a diferentes lugares de la Patagonia para conocer otros ambientes, ver plantas en plena floración y, si queda tiempo, comer alguito. Bah, no, al revés, comer a reventar y de paso ver flores o… bue, más o menos así, digamos que parte y parte.
Este año pudimos contar con un camión con medio container preparado para que doce personas puedan viajar y dormir y cuenta, incluso, con unas hornallas para cocinar y heladera. Todo un lujo.


Resumiendo, diría que fue un viaje apasionante: muchísimo viento, muchísimo guanaco (aunque poco pude fotografiarlo), muchísimas flores que no conocía y unos paisajes verdaderamente imponentes que me dejaron un saldo de dos mil trescientas fotografías entre las cuales elegir un poco qué queda, es decir, laburo por una buena cantidad de días y más si se sigue cortando la luz como viene pasando últimamente.
Así que este contacto es para contarles que estoy vivo, recuperándome del cansancio y los madrugones, y que de a poquio iré subiendo fotos y contándoles un poquito de este hermoso lugar.
Abrazo.

Que buen viaje y que buenas fotos..Gracias!