Ultimo acuerdo del libro “Los cuatro acuerdos” de Don Miguel Ruiz. Y aunque existe el libro “El quinto acuerdo”, por ahora lo vamos a dejar en cuatro, ya que semejante metralleta sé que agota…
Y este último acuerdo, habla de hacer siempre lo máximo posible de la mejor forma que uno pueda. No sea cosa que en el futuro digamos, uyyyy, le podría haber puesto más pilas o algo parecido. Cosa que no suele ser rara en nuestra vida, desgraciadamente (y que en la Comarca, desgraciadamente, es absolutamente común). Pero bueno, volviendo a lo que me ocupa, que es tratar de representar estos acuerdos con fotografías o, más bien, utilizar las fotografías como excusa para recomendarles este libro (ups…), esta última foto, es algo realmente diferente a lo que suele ocurrir normalmente.
Volvía de Bariloche. Faltaba para los colores de otoño, es decir, todavía no estaban a “punto caramelo”, sin embargo, en la recta entre Lago Gutiérrez y lago Mascardi, veo que el cielo tormentoso se abre y me proyecta unos rayos / rayas hermosas en la montaña lejana.
En el mismísimo momento, mientras detengo el auto, voy calculando cómo fotografiar esta escena, tengo que esquivar cables de luz, alejarme de la banquina derecha porque sino los arbustos cercanos me taparán la vista, intentar que no me choque nadie mientras estaciono, pensar el equipo que usaré, 70-200, sin polarizador para que no refleje el sol ni de fantasmas en la foto…
Paro el auto, armo la cámara, corro hasta la banquina de enfrente, me joden los cables, me acerco al auto, me tapan los arbustos y… si, el lugar indicado es, obviamente, el medio de la ruta, un poquito más allá de la línea del medio. Calculo la luz, tiro una foto, quema el agujero del sol. Ajusto y otra y de nuevo. Y otra vez y joder qué hago… Viene un auto, aprovecho para agarrar un filtro degradado (mitad oscuro arriba y abajo normal), vuelvo, y uno y quema y dos y mejora pero no tanto, meto dos filtros, viene un bondi, salgo y espero calculando desde la banquina, vuelvo y disparo, mejora pero no alcanza, el rayo se corre, viene otro auto, me muevo. Pruebo por última vez los dos filtros. Por última vez sin filtro. Ruego que en casa no esté tan quemado el sol. Pienso un plan J pero se tapa el agujero y todo vuelve a estar en sombras.
Ya en casa la veo, la toco, la elijo, reveo todas y no, no zafo del quemado. Y así no sirve. Y ya. Qué podría haber hecho mejor? no lo sé. Y aún no lo sé. Son situaciones extremas donde a veces zafás. Esta no. Pero hice lo mejor que pude y ya. Al tacho. Pero bue, antes del tacho, sirve para ilustrar un punto que es este, que si uno hace lo mejor que puede luego no hay arrepentimiento ni pena ni nada.
Ánda ya chaval !! que no se de que te quejas, jajaja Si la naturaleza está con vos!!!
Che, dejame agregarle un poco de poesia…
Tu labor es pura la poesía. Aunque te lo propongas ya ninguna te sale mal.
Donde está el tacho?
jeje, no te hagás el vivo…
en realidad, los que digo que van al tacho es que no sirven para mucho más que para la web…