El viento ese, el que intenta despegar las banderas de oración y las lleva en bellísimas curvas hacia un punto de convergencia en la parte superior de la Stupa, era el mismo que levantaba la arena y me la metía en el ojo una y otra vez mientras intentaba captar el momento, el viento, el día.
La Stupa de la Iluminación no tiene nada que envidiarle a sus hermanitas tibetanas, tanto en belleza como en transmitir la tranquilidad y simpleza del budismo tibetano. Y lo mejor, es que queda aquí nomás, en Epuyén. Vale la pena.
Hermosa foto Leo. Entré al Google para saber que era una stupa de la iluninación y encontré esta entrada, No tenia ni idea de lo que era. Como dicen acá, no te acostarñas sin haber aprendido algo nuevo.
Tuviste alguna experiencia además de conseguir esa estupenda foto? y la arena en los ojos, jaja
Besos,
Uka
En un momento me senté, la miré detenidamente y entendí… Si, entendí que la iluminación estaba para la merda ya que el sol estaba demasiado fuerte todavía… jeje
Había sido un día en el que había estado, junto a otros fotógrafos, buscando fotos entre hierros retorcidos y oxidados de la Trochita en el Maitén, caminando inmersos en basura ferroviaria, vagones o locomotoras destrozadas, todo oxido, gris, negro, sucio, viejo…
Aquello se terminó antes del mediodía, un sol duro no combinaba con los sujetos en Maitén. Y volvimos temprano, esto pretendía ser nada más que un cierre diferente, no conocía el lugar y lo propuse como para cerrar con alguito más. Y me encantó, y me cambió el día, y le dió color, movimiento, curvas con dirección y esperanzas de mejores frutos.
Igual que lo que siempre me transmitió el budismo.
beso
Leo, buen día desde mi tierra y la tuya.
Me encanta tu escrito de presentación, reafirmo lo manifrestado por tí.
Siempre en el camino, nos espera una imagen sorprendente y sutil…
Gracias y bienvenida!!!