Hola gente, cómo están?
Yo acá, acercándome a la temporada y, por ende, empezando a acelerar las máquinas para preparar todo antes que empiece. Igual ya estoy hasta las manos.
Y además de preparar fotos para la feria o diseños para nuevos productos, es la época en la que pintan mil cosas para hacer: muchísimas cosas para fotografiar como flores, paisajes floridos, aves por doquier, muchas de ellas con cría… toda la naturaleza revive con una fuerza increible. También empieza a moverse la feria un poco más, comienzan las salidas de fin de año o los planes para las mismas y entre otras cosas, hace unos días apareció la posibilidad de hacer un curso de observacion de aves y, siendo los pajarines una parte de mi trabajo, me dispuse a asistir al mismo para que me ayude en la identificación de mis sujetos.
Estuvo muy bueno. Lo dictaron Javier y Pía, dos genios de EsquelAves que vinieron desde aquella ciudad. El curso intensivo ocupó todo lo referido a las características de las aves, como reconocerlas, actitudes, costumbres, lo referido al vuelo, las migraciones y muchas cosas más.
Ta. Listo.Esa fue la parte informativa, aura voy a la otra, a lo que me llamó la atención. Y respecto a esto me sorprendió la parte en que explicaron todo lo referido a la actitud social de los plumíferos entre si, ya fuera entre la misma especie o entre distintas. Dentro de estos ámbitos se esuchó de todo, parejas monógamas de por vida, machos que tienen muchas hembras, hembras con muchos machos, parejas estables pero con escapadas con miembros ajenos y no se me ocurre qué más pero diría que escuché todas las posibilidades de fidelidad y cuernos que se nos pudieran ocurrir.
También hubo una pare de la charla que habla de la seducción, la danza o las demostraciones y cómo impresionan (generalmente) los machos a las hembras para conquistarlas, como desarrollan cantos o plumajes coloridos, llamativos para lograr su objetivo. Compiten entre ellos y algunos se pelean con tal de lograr su hembra. Hembra que, no sería raro, abandonen luego de el apareamiento como también pueden llegar a mantener por mucho tiempo en otras especies.
Y también cuando la cosa llega a los nidos también se ve de todo. Nidos de construcción simple, otros más complejos, otros que los tienen en el suelo y aves que ponen huevos en nidos ajenos, crias que se deshacen de sus hermanos, competencia constante por la comida entre las crias, padres que casi no llegan a alimentarlos. Otros pájaros que comen crías ajenas para alimentar las propias o que atrapan otros animales para lo mismo…
Y a medida que explicaban todo esto, nosotros, los que atendíamos el curso nos reíamos o chisteábamos por las analogías con los seres humanos y las sociedades en que vivimos.
Pero luego, una vez pasado el curso, me quedé pensando en estas similitudes y me sentí un poquito mejor. Ya que muchas veces creí que todas estas cosas que estaban “fuera” de lo normal, eran características propias de la raza humana como parte de la codicia, de la ambición, de la necesidad o de la enfermedad. Pero no, si estas actitudes son habituales y hasta normales entre aves, así como también lo son entre mamíferos, por qué no deberían serlo también entre nosotros?
Es loco, pero a pesar de nuestra capacidad de razonar que (teóricamente) no compartimos con los demás seres, no dejamos de ser exactamente iguales que ellos. Toda nuestra vida, a la larga, no es mucho más que reproducirnos y pelear porque nuestra descendencia salga adelante.
Exactamente igual que los pajaritos.
Hola Leo! nunca te agradecí el post sobre el curso. Está muy bueno!! todo el blog y lo que hacés me cae muy bien, seguí así! jaja Ta mando un abrazo y espero nos encontremos en algun lugar de la Patagonia pronto
Javier
No era para agradecer! Je, gracias Javi, te mando un abrazo!!