
Lengas de otoño
Hola, cómo va todo por ahí?
Hoy recibí un mail de una persona que alguna vez pasó por la feria y que, de casualidad (si es que realmente las casualidades existen) encontró la página web de los reflejos del bosque. La vio, revivió, recordó y lo más lindo, escribió.
Pero ojo, esta entrada no trata de que la gente me escriba, no, ni de casualidad. Sé quiénes están del otro lado o, al menos, me lo imagino. Sé también lo que sienten muchos de ustedes pues me lo han dicho más de una vez y vale no hace falta repetirlo.
No, me pareció buenísimo que haya visto, recordado y escrito, no me lo esperaba y ni lo hubiera sabido si no me lo hubiese dicho. Y, estando de este lado, les juro que hace bien.
Tons, la próxima vez que vean o lean alguna gilada de alguien que les guste, que les llegue o que pase lo que les pase, mándenle un mailcito diciendo lo que sintieron o, si eso es demasiado, agradeciendo o, simplemente, saludando.
Tanta tecnología logra que a veces nos olvidemos que hay un ser del otro lado, pero no, los hay y no todos son hackers, sexópatas o niños púberes llenos de granos que descargan sus pulsiones con las computadoras, también hay jovatos, pelados, anteojudos, flacos, gordos y hasta personas que dentro de la escala social podrían llamarse normales (si es que eso hay alguna posibilidad que pueda existir).
Venga. No quiero ni un mail ni un comentario de esta entrada. No, no es para mi. Es para ellos. El resto.
saluditos
Leo
PD: ah, lindo el otoño pasado, no?